¿Cuánto importa un nombre?

Los nombres son un aspecto intrínseco de las personas, sean reales o ficcionales. Pueden denotar características del personaje o pueden tener una conexión con la historia. Por ejemplo, un personaje que se llama Romeo puede hacer creer a los lectores que tiene una vida trágica y que tendrá relaciones complicadas, mientras que un personaje llamado Afrodita puede hacer pensar a los lectores que se trata de alguien más positivo y etéreo.

Los nombres importan porque son una parte de los personajes, y son parte del mundo en el que viven y también del tiempo en el que viven.

A veces los nombres pueden ayudar a establecer el pasado de un personaje: la nacionalidad se puede presentar con un apellido (sea griego, inglés o francés, por ejemplo), como es el caso del detective belga creado por Agatha Christie, Hercule Poirot.

Los nombres también pueden servir para destacar a personajes, o pueden ayudar a hacerlos singulares, como es el caso de Hermione Granger, personaje de Harry Potter nombrado por JK Rowling en base a un personaje de Cuento de invierno de Shakespeare, pero también porque ella “no quería que niñas trabajadoras fueran burladas”[1].

Hay muchas fuentes para encontrar y elegir un nombre, y uno de los principales aspectos a tomar en cuenta es el tiempo y lugar de la narración y la edad del personaje.

Algunos nombres son populares en ciertos años, por lo que si estás escribiendo sobre un personaje masculino en Estados Unidos durante fines del siglo XIV, entonces Abner es una buena elección porque estaba entre los 300 nombres más usados — pero no es una buena elección en un ambiente más contemporáneo, cuando no figura entre los primeros 1000 nombres, a menos que haya una razón específica por la que el personaje se llame así (¿tendrá que ver su historia familiar?). De la misma manera, si estás escribiendo una historia que sucede en Irlanda, un personaje femenino podría llamarse Eithne o Etna, pero si es en Escocia o Inglaterra, el nombre cambiaría a Edna (aunque el nombre sea el mismo en cuanto a significado, la ortografía connota el origen geográfico).

Mientras algunos lectores pueden no pensar demasiado en el significado de los nombres, también pueden ser una fuente de información sobre la historia del personaje. Las páginas web que más uso son:

Mi bebé y yo

Behind the Name (en inglés)

Nameberry (en inglés)

También sirve buscar el nombre que estás considerando en Google — cambié algunos después de confirmar que el significado no acompañaba necesariamente la personalidad del personaje.

Lo bueno de crear personajes es que les podés poner el nombre que quieras, y mientras a veces pienses que elegiste el nombre perfecto, a medida que escribís la historia te das cuenta de que no es perfecto. A medida que se desarrolla el personaje y aprendés más de él o ella (o tomás decisiones sobre sus pasados, por ejemplo), es importante recordar que el nombre no es sólo un detalle.

¿Cuáles son tus nombres favoritos? ¿Investigás antes de elegirlos?

[1] http://www.accio-quote.org/articles/1999/1099-connectiontransc2.htm (texto en inglés)

Moira Daly

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