Creo que hay tantos escritores como personas en el mundo; cada uno tiene sus opiniones sobre cómo escribir. Algunos recomiendan tener horario de oficina y ser muy estrictos, otros prefieren tomar un enfoque bastante más relajado y dejar que la inspiración llegue cuando llegue.
Al ser algo tan personal y único, no hay nada correcto ni incorrecto, sino que es meramente cuestión de encontrar la forma de hacerlo que mejor le resulte a uno.
Bloquearse es algo normal, no es el enemigo de ningún escritor y de hecho se lo podría considerar como una oportunidad.No logro escribir un capítulo de una sentada porque como tengo otros trabajos no siempre tengo la posibilidad de tener dos o tres horas corridas para escribir, por lo que quizás escribo dos hojas y tengo que interrumpir la escritura. Esto hace que a veces, cuando tenga que seguir con la acción o escena, no encuentro necesariamente las palabras para seguir.
Algunos escritores sugerirían dejar el texto y escribir otra cosa totalmente distinta para sacudir la mente y volver a intentar más tarde. Otros dirían que una buena opción es saltear el párrafo o escena o incluso capítulo y empezar en algún lugar en el que ya me encuentre.
Nada de esto funciona para mí. Me obligo a escribir la historia, aunque sea un párrafo o una oración, me obligo a escribir palabras que quizás no tienen el tono con el que venía escribiendo antes, pero lo escribo y lo dejo subrayado (así sé que es algo que quiero chequear al momento de plasmarlo a la computadora) y en cualquier caso le dedico más tiempo ahí.
Si veo que está demasiado forzado y que quizás no puedo ni escribir una oración, dejo el cuaderno por un rato (una semana como máximo, no me permito abandonarlo más que eso), me distraigo mirando tele, leyendo un libro o (antes) repasando algo para la facultad, y después, cuando perdí cosas con las que procrastinar, me obligo a sentarme y escribir.
A veces también me es útil volver a leer el capítulo, buscando encontrar un poco más de fluidez, o incluso leer desde el capítulo anterior para recordar concretamente cómo se venían desarrollando los diálogos e interacciones.
Si sos escritor y tenés un problema así, mi recomendación es que busques información y te fijes qué método te funciona mejor. Hay escritoras que me encantan y que sugieren cosas que a mí no me resultan para nada útiles, y a medida que fui formando mis hábitos y desarrollando mi proceso de escritura me fui dando cuenta de que no hay un único molde para seguir ni una única solución para alguno de los tantos problemas que se pueden llegar a enfrentar en el camino.
Cada escritor sigue su camino. Este es el mío.