Tarde o temprano, todo lo bueno termina. ¿Pero qué es, exactamente, ese final?
Las historias pueden tener finales felices, tristes, abiertos, ambiguos, frustrantes, de suspenso para que compres la secuela…
En el post de este mes, voy a hacer foco en los primeros tres.
Dependiendo del género que estemos leyendo, un final “feliz” puede significar distintas cosas. En una novela de misterio o suspenso, puede ser una resolución satisfactoria de la incógnita, así como un antagonista que recibe un castigo acorde al crimen que cometió. En romance, el amor supera todos los obstáculos. El lector por lo general termina con una sonrisa o con un sentimiento satisfactorio si la historia fue resuelta de tal manera que respete el mundo creado y no se sienta como un giro inesperado que apareció a último minuto.
También hay finales agridulces, donde hay pérdida y frustración pero también hay un sentimiento general de alegría. Pensá en Harry Potter, Nine Perfect Strangers (2018) de Liane Moriarty, las novelas de Marian Keyes…es una lista larga.
Los finales tristes dejan a los lectores bajoneados. O el amor no dura o el personaje principal muere o pasa algo terrible…Te hacés la idea de qué puede pasar. Puede haber un mensaje subliminal de “la pérdida le suma más significado a la historia”, como pasa en Allegiant (2013), Before I Fall (2010) y The Fault in Our Stars (2012). Sí, hay un mensaje claro que tiene que ver con lo que pasa durante el libro, y el final tiene el objetivo de reforzarlo, pero eso no significa que no estés triste (e incluso sientas frustración).
Después están los finales abiertos, que pueden dejar cosas para que los lectores decidan como The Giver (1993), Gone Girl (2012), Lord of the Flies (1954), o que simplemente no responden algunas preguntas porque tiene que ver con lo que pasa en la historia, como In the Woods (2007) de Tana French. Estos pueden ser un poco frustrantes, ya que la mayoría de los géneros y libros generalmente incluyen finales específicos (o por lo menos aludidos), y encontrarse con un final abierto o ambiguo puede ser irritante. Pero estos finales abiertos también hacen que los lectores se queden pensando en la historia bastante después de haberlas terminado.
¿Cuál es tu tipo de final favorito? ¿Pensás que es mejor tener finales tristes y más realistas en lugar de finales felices que van en contra del mundo creado por el autor? ¿Te gustan los finales abiertos?